Granada, una ciudad histórica y encantadora situada en el corazón de Andalucía, ha sido durante mucho tiempo uno de los destinos turísticos más destacados de España. Con su rica historia, impresionante arquitectura y una escena gastronómica vibrante, esta ciudad ofrece a los visitantes una experiencia única que combina lo más clásico con lo más innovador.

En este reportaje, exploraremos en un recorrido de tres días los principales monumentos y atracciones turísticas de Granada, así como su gastronomía y los miradores que ofrecen vistas espectaculares de la ciudad.

ALHAMBRA: ESPLENDOR ÁRABE EN EL CORAZÓN DE GRANADA.

Nuestro primer día en Granada nos llevará a explorar algunos de sus monumentos históricos más importantes. Comenzaremos por el majestuoso Palacio de la Alhambra, un palacio y fortaleza islámica ubicado en la cima de una colina. Uno de los monumentos más famosos de España y sin duda uno de los principales destinos turísticos del país.

La Alhambra fue construida por los musulmanes entre los siglos XIII y XIV y ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Esta fortaleza es una mezcla de estilos arquitectónicos, desde el estilo mudéjar hasta el estilo gótico. Esta es una de las mejores muestras de la arquitectura islámica de la época y una de las mejores muestras de la historia de España.

Un lugar único en el mundo, con sus jardines, sus palacios, sus patios y sus murallas en el que los visitantes quedarán asombrados por la arquitectura islámica, los intrincados detalles de azulejos y sus hermosos jardines.

La Alhambra de Granada es también un enorme reloj solar, y es que el monumento está construido para saber qué hora del día es dependiendo de la sombra que se proyecta sobre las habitaciones. Al mediodía, la mitad de las habitaciones estarán a la sombra y la otra mitad al sol. Este fenómeno se puede observar mejor en los meses de invierno y el mejor lugar para apreciarlo es en el Patio de los Leones.

Justo al lado de la Alhambra se encuentra el Generalife, un exquisito conjunto de jardines y patios que solían ser la residencia de verano de los monarcas nazaríes. Los visitantes pueden pasear por los senderos sombreados y disfrutar de las fuentes y estanques ornamentales.

La entrada al edificio del Generalife presenta una curiosa dualidad. De un lado, su apariencia externa tiene un indudable carácter rural que lo asemeja más a un cortijo que a un recinto palaciego; de otro, el acceso mediante la sucesión de dos patios a distinto nivel, como pasos previos al espacio palaciego, lo emparenta de forma clara con el acceso al propio palacio de la Alhambra.

Entre las curiosidades del Generalife cabe destacar que para mantener en perfectas condiciones a lo largo del año los jardines y las plantas, los jardineros tienen que realizar un importante esfuerzo. Concretamente son necesarias 80.000 plantas de flor al año, con las que mantener la belleza de este lugar. Para poder obtenerlas se cuenta con dos semilleros que están dedicados a abastecer estas necesidades.

Esto ha provocado de algunas de las especies que se vienen cultivando así a lo largo de los años, sólo se encuentren en los jardines del Generalife, al no producirse en viveros. Esto hace que este lugar no sólo tenga un interés histórico, sino también sea un reservorio de plantas inmenso.

Después de visitar la Alhambra y el Generalife, es hora de explorar el Albaicín, uno de los barrios más antiguos y pintorescos de la ciudad. Sus estrechas calles empedradas, casas blancas y miradores ofrecen una visión única de la vida tradicional andaluza. Además, el Mirador de San Nicolás es un lugar imprescindible para disfrutar de las mejores vistas de la Alhambra al atardecer escuchando una guitarra flamenca.

El broche de oro para acabar el día podría ser cenar en uno de los restaurantes locales en el Albaicín y probar platos tradicionales como el plato alpujarreño o las tapas de pescado frito.

ARTE Y GASTRONOMÍA DE INSPIRACIÓN NAZARÍ.

En nuestro segundo día en Granada, nos centraremos en explorar más atracciones turísticas y degustar la deliciosa gastronomía de la ciudad.

Comenzaremos el día visitando la Catedral de Granada, una joya arquitectónica renacentista. En la catedral granadina se concentran tres estilos arquitectónicos diferentes que muestran lo dilatado de su construcción, casi 200 años. Su planta fue inspirada en la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén y u imponente fachada y su interior ricamente decorado impresionan a todos los visitantes.

Justo al lado de la Catedral se encuentra la Capilla Real, donde se encuentran las tumbas de los Reyes Católicos, Isabel y Fernando. Esta es otra parada importante para aquellos interesados en conocer más sobre la historia de España. De hecho Granada supuso el broche final en la Reconquista de los monarcas entregando allí Boadbil El Chico las llaves de la ciudad tras diez años de guerras entre musulmanes y católicos.

En el museo anexo a la capilla se puede observar algunos objetos personales de los reyes como son la corona, el cetro y el cofre de la reina o la espada del rey. Además, hay numerosas piezas de orfebrería como cruces o relicarios, tejidos reales, tablas flamencas, pinturas italianas y libros propiedad de Isabel la Católica, entre otros objetos.

Después de las visitas culturales, es hora de explorar la escena gastronómica de Granada. En esta ciudad, es común recibir una tapa gratuita con cada bebida que pidas en un bar, con ello se pueden llegar a degustar una amplia variedad de platos locales entre los que destacan las habas con jamón, la tortilla del Sacromonte, el remojón granadino, o la ensalada de Zalamandroña. Algunos de los lugares más populares para disfrutar de tapas incluyen el Paseo de los Tristes y el barrio de Navas.

Por la tarde, una buena opción sería visitar el Mercado de San Agustín, donde se pueden adquirir productos locales frescos y degustar algunos de los quesos y embutidos de la región. Funcionando como mercado de abastos y puestos de restauración, sus 600 variedades de productos para degustar se están haciendo un hueco entre los mejores sitios de tapas en Granada.

GRANADA A VISTA DE PÁJARO.

Nuestro tercer día en Granada lo dedicaremos a explorar algunos de los miradores más impresionantes de la ciudad. Uno de los más interesantes es el Mirador de San Cristóbal, que ofrece vistas panorámicas de la ciudad y las montañas circundantes. Desde aquí, se puede apreciar la belleza de Granada en todo su esplendor, así como Sierra Nevada.

Luego, nos dirigiremos al Monasterio de San Jerónimo, un impresionante edificio renacentista que alberga una iglesia con impresionantes obras de arte y un claustro tranquilo. Después, es hora de explorar el Barrio del Realejo, un lugar lleno de historia y encanto. Aquí se pueden encontrar estrechas calles empedradas, casas antiguas y numerosas plazas llenas encanto.

Y para acabar el ajetreado día, nada mejor que una sesión en uno de los cuatro baños árabes de la ciudad que intentan recrear los hammam de la época nazarí. Uno de los más famosos Hammam Al Ándalus te transportan a la Granada nazarí por su ubicación y su encanto.

Se encuentran junto a la Iglesia de Santa Ana, antigua mezquita nazarí, en un barrio que todavía conserva la huella de la Granada musulmana: la Carrera del Darro, a los pies de la Alhambra. Los baños han sido restaurados al antiguo estilo mudéjar, aprovechando los arcos, baldosas y bóveda que había en los baños originales.