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A comienzos de septiembre y en el hospital. Esta fue la última vez que vimos a Fernando Fernández Tapias

A comienzos de septiembre y en el hospital. Esta fue la última vez que vimos a Fernando Fernández Tapias

MADRID, 25 Oct. (CHANCE) -

El panorama empresarial, deportivo y social de nuestro país está de luto. Tal y como ha anunciado Carlos Herrera en su programa de la COPE, este miércoles ha fallecido en Madrid el popular naviero Fernando Fernández Tapias a los 84 años.

Casado con la socialité Nuria González desde 2002, el vicepresidente del Real Madrid fue uno de los rostros fijos de la crónica social durante décadas, pero en los últimos tiempos sus problemas de salud y de movilidad hicieron que se retirase prácticamente de la vida pública.

A raíz de la pandemia, y principalmente tras su batalla en 2021 en los juzgados con sus hijos mayores Fernando, Borja, Sandra, Íñigo y Juan Carlos -fruto de su primer matrimonio con Victoria Riva de Luna- que intentaron sin éxito incapacitarle legalmente para impugnar el trasvase de poderes que había iniciado meses antes en su conglomerado empresarial -La justicia le dio la razón al naviero al considerar que seguía teniendo pleno uso de sus facultades- las apariciones de Fefé, como era conocido popularmente, se redujeron drásticamente.

Dejó de asistir al Santiago Bernabeu para apoyar al equipo de sus amores -algo impensable en un madridista acérrimo como él años antes-, dejó de acudir con su mujer a los numeroso compromisos y eventos sociales a los que antes era asiduo -y a los que Nuria comenzó a asistir acompañada por su hermana Yolanda González, o por amigas como Isabel Preysler- y pasó a llevar una existencia tranquila sin apenas abandonar su mansión en la urbanización Puerta de Hierro.

La última vez que le vimos fue a comienzos del pasado septiembre, cuando acudió a una revisión médica en la madrileña Fundación Jiménez Díaz. Fernández Tapias llegaba al centro médico en silla de ruedas y ocultando su rostro bajo una mascarilla sanitaria, aunque no conseguía pasar inadvertido ante las cámaras apostadas a las puertas con motivo del ingreso de María Teresa Campos -que fallecería 24 horas después- en dicho hospital. Unas imágenes que no hacían presagiar que apenas mes y medio después lloraríamos el fallecimiento del querido empresario.